¿Cuántas formas conoces de agrupar unos folios sin recurrir a la grapadora? Tal vez estés pensando en los clips de alambre y las pinzas de oficina. ¿Verdad? Pero lo cierto es que existen muchas otras maneras de sujetar papel sin usar grapas. Y hoy vamos a hacer un breve repaso de ellas.
Según nuestro fin, según el propósito por que queramos juntar tales hojas, vamos a poder escoger entre distintas opciones: unas temporales (desmontables) y otras que reunirán los papeles indisolublemente. ¡Algunas de ellas son muy sorprendentes!

Gomillas elásticas de látex
El anillo elástico de oficina es una perfecta solución para agrupar folios. En el fajo resultante no podremos hojear los folios; no obstante, es una buena solución para ligar papeles. Por ejemplo: para evitar que se descoloquen cuando los archivemos en cajas.

La medida de las gomas elásticas de oficina nos indica la mitad de su perímetro. En otras palabras, es la medida que tiene la goma cuando se sujeta plana por sus extremos y ligeramente estirada (pero sin tensión). Por ejemplo: si cortas una goma de 8 cm, la medida que resulta es de 16 cm.
Pinzas fijas y reversibles
Las pinzas de oficina también pueden resolver la tarea de enlazar hojas. Además, incorporar o retirar hojas del fajo es sencillo y se pueden hojear. Hay dos tipos de pinzas: fijas y reversibles.

En las pinzas de pala fija, los brazos o palancas sobresalen del bloque de folios. Por el contrario, con las reversibles es factible plegar las manecillas hacia el interior del fajo, lo que es importante, pues con ello se ahorra bastante espacio.
Las pinzas de papelería se miden por la longitud de su pala. Son muy comunes las pinzas de 25 mm y 32 mm pero las hay más grandes, útiles para retener un buen número de hojas.
Taladro de papel y mecanismo fástener
El clásico fástener metálico también es útil para reunir folios sin grapas. Para usarlo necesitamos un taladro de papel de dos agujeros.

Basta con perforar el bloque de folios y, a continuación, deslizar las lengüetas del fástener por los orificios. Después se abrocha con la pletina, se pliegan las patillas y se aseguran con los anillos. El fajo de papel queda ensamblado y aunque anexionar o suprimir hojas pueda darnos pereza, es perfectamente viable.
Encuadernador de latón
Es una versión más sencilla que la anterior que también nos permite unir hojas de papel sin grapas. La diferencia del encuadernador de latón con el mecanismo fástener es que se introduce en un único agujero, aunque se pueden usar varios encuadernadores para coser las hojas.

Este retenedor de folios es útil, por ejemplo, para conectar hojas por una de las esquinas, y para ello se pueden perforar los folios con un taladro individual.
Los encuadernadores de latón se identifican según el largo de sus patas. Los encontramos con anilla de retención o sin ella.
Clips de alambre
¡Que nunca nos falten los clips de alambre en el escritorio de la oficina! Constituyen sin duda la opción más sencilla de unir hojas de papel sin usar grapas. La tensión que produce el clip entre sus dos bucles de alambre es suficiente para mantener los folios unidos.

Los clips de oficina los hay de colores y galvanizados; planos o labiados (en los que el bucle superior está un poco abierto para facilitar su inserción). Se identifican por su número: cuanto mayor sea la cifra, más grande el clip. Ejemplos: clips del Nº 1.5 (muy pequeños), del Nº 2 y del Nº 3 (muy grandes).
Dosier con pinza
Si la causa por la que necesitamos unir las hojas sin grapas es presentar documentos a clientes, expedientes, tarifas, etc., podemos recurrir al dosier con pinza. No es más que una carpetilla de plástico que incluye en su lateral una pinza metálica deslizante.

Los dosieres con pinza están para agrupar folios sin grapas de forma sencilla pero sin renunciar a acoplar o quitar hojas cuando sea necesario. Los fabricantes de este producto ofrecen el lomo en distintos colores. Se indica, además, el número máximo de hojas que pueden sujetar.
Coser (con aguja e hilo)
Coser era en su momento una de las pocas formas que había de atar papel, ya no solo sin usar grapas, sino en general. En efecto, antes de llegada de las primeras grapadoras comerciales efectivas (como la Zenith 548), había que coserlo. Y así es como fueron encuadernados tantos de los libros del momento.

Pero ¿por qué querríamos hoy zurcir para sujetar unos folios de papel? Por supuesto, por estética. Aunque el scrapbooking, en realidad, no es nada nuevo. Pues ya en 1769 el escritor William Granger incluyó en una de sus obras algunas páginas en blanco para que los lectores pudieran en ellas hacer anotaciónes y dibujos.
En cualquier caso, con una aguja fuerte de calzado, hilo encerado y una buena dosis de paciencia, es perfectamente viable coser hojas de papel. Con ello se agrupan de forma permanente (y sin tener que usar grapas de alambre).
Grapadoras sin grapas
Y llegamos finalmente a la solución más sorprendente de todas. ¿Cómo combinar papel sin usar grapas? ¡Pues con una grapadora sin grapas!
Al contrario de la creencia popular, las grapadoras sin grapas no son un invento reciente, dado que los primeros modelos aparecieron a principios del siglo pasado. Sin embargo, no fueron muy populares y hoy solo son conocidos por los coleccionistas de objetos antiguos de papelería.

Pero ¿cómo puede una grapadora grapar sin grapas? Para unir las hojas, esta sorprendente grapadora hace dos pequeños cortes en el papel con los cuales forma una especie de lengüeta. Esta lámina de papel la introduce a modo de cuña en un tercer corte. En otras palabras: es algo así como si usara grapas de papel ¡que obtiene de los propios folios!
¡Esto es todo por hoy! ¿Qué otras formas conoces de unir hojas sin usar grapas? Podríamos hablar largo y tendido sobre cómo organizar los documentos en archivos o carpetas, o sobre las encuadernadoras (incluidas las térmicas: que sueldan o pegan las hojas con adhesivo caliente)…
Pero ¿no hay ninguna otra forma simple de agrupar folios sin tener que recurrir a una máquina de oficina? ¡Seguro que sí! Así que no dudes en dejar tu comentario.